Siempre hay eventos interesantes que merecen ser conocidos. La mayoría pasan sin pena ni gloria en un mundo dominado por la super velocidad de la información. Hoy, queremos recuperar un trabajo fascinante llamado "El Bosque Zurdo" película documental diriga por Pedro Pinzolas.
Vamos a emboscarnos. La persona de Fernando Márquez no se puede describir sin el conocimiento profundo de su pensamiento, ya que resulta complejo y hasta irrespetuoso intentar resumir en una frase tanta "persona". Este trabajo lo que hace es, en 60 minutos, dar pinceladas de ideas que se aunan en la mente de Fernando, con fragmentos de gente cercana a él. El fin es dar una perspectiva de alguien que vive al margen pero se lo cree y sigue el camino que él ha querido, sin importar nada más. Es también un trabajo artístico de producción y montaje, que, siendo sobrio, funciona a la perfección y la calma se mantiene a lo largo de todo el metraje.
No hay ni rastro de repasos discográficos ni del pasado que "El Zurdo" vivió y que fue protagonista.
Centrado en el presente, a modo de sucesivas diapositivas, metapolítica, filosofía y reflexiones llenan el tiempo, siempre en justas dosis.
El único momento musical que vamos a encontrar será con miembros de "La Ruleta China" Charly y Clara acompañan al Zurdo en esos oasis sonoros en los que el intérprete da rienda suelta a su sentimiento y nos regala algo de su talento, que sigue manteniendo intacto. Amén de algún recuerdo a aquellas melodías que hicieron historia.
Si aun queda tiempo para sentarse tranquilamente y ver un trabajo audiovisual que se mueve por sus propios senderos, pues creo que seguirá mereciendo la pena.
Vamos a emboscarnos. La persona de Fernando Márquez no se puede describir sin el conocimiento profundo de su pensamiento, ya que resulta complejo y hasta irrespetuoso intentar resumir en una frase tanta "persona". Este trabajo lo que hace es, en 60 minutos, dar pinceladas de ideas que se aunan en la mente de Fernando, con fragmentos de gente cercana a él. El fin es dar una perspectiva de alguien que vive al margen pero se lo cree y sigue el camino que él ha querido, sin importar nada más. Es también un trabajo artístico de producción y montaje, que, siendo sobrio, funciona a la perfección y la calma se mantiene a lo largo de todo el metraje.
No hay ni rastro de repasos discográficos ni del pasado que "El Zurdo" vivió y que fue protagonista.
Centrado en el presente, a modo de sucesivas diapositivas, metapolítica, filosofía y reflexiones llenan el tiempo, siempre en justas dosis.
El único momento musical que vamos a encontrar será con miembros de "La Ruleta China" Charly y Clara acompañan al Zurdo en esos oasis sonoros en los que el intérprete da rienda suelta a su sentimiento y nos regala algo de su talento, que sigue manteniendo intacto. Amén de algún recuerdo a aquellas melodías que hicieron historia.
Si aun queda tiempo para sentarse tranquilamente y ver un trabajo audiovisual que se mueve por sus propios senderos, pues creo que seguirá mereciendo la pena.
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