El Vampiro muerde a Frankenstein
Interesante concierto acaecido a principios de verano en Madrid, desgraciadamente la sala Rockville volvió a padecer de escaso aforo para una velada que se antojaba inquietante junto a un personaje mítico del horror punk como es Doyle (Ex-guitarrista de Misfits) acompañados en este caso de Lex Lüger con un proyecto que sorprendió a propios y extraños y dejó un gran sabor de boca.
Tras el pertinente cambio y ya bajo el telón de "Doyle" saltaron a escena los monstruos y a pesar de la dureza de su puesta en escena, normalmente la potencia sin control no sirve de nada, juntado a un pobre set-list hace que la actuación resulte insuficiente, me explico:
La banda suena compenetrada al máximo y el buen hacer en la sección rítmica de Bradon Strate y Wade Murff supone una sólida base sobre la que cimentar las canciones, impresionante el nivel del batería. Desgraciadamente el estado ebrio de su frontman Alex "Wolfman" Story hace que el arranque con mucha fuerza, con temazos como "Abominator", quede recluido al momento inicial, ya que progresivamente va perdiendo fuerza y acabe la actuación agotado y a penas sin voz.
Sumando ésto al hecho de llevar dos máscaras de lucha libre, muy molonas si, hace que la voz sea inapreciable y solo al final, ya a cara descubierta, pudimos entender de que iba aquello. "Que viva Michael Graves" se escuchó en la sala, ante el cabreo del cantante, está claro que son registros y sonidos diferentes y que a día de hoy los Misfits del punk rock melódico de los 90 poco tienen que ver la actual banda de su hacha. El sonido fue bueno sin más, la música de Doyle es un Metalcore básico de canciones breves pero muy intensas donde a veces invita a partirse el cuello siguiendo el ritmo, hay temas portentosos como "Cementerysexx" pero otros suenan demasiado lineales, ésto podría haberse corregido interpretando temas de su clásica banda, y no nos engañemos, muchos habíamos ido con la intención de escuchar algún clásico y no fue así, es más, no sonó ni uno, lamentable.
El sonido de guitarra del propio Doyle fue el protagonista absoluto, en primera linea, fuerte, ruidoso y lleno de riffs agresivos, la actitud apática es marca de la casa y entendemos que es cosa del personaje pero sigo sin verle la gracia a tocar ciertos temas de espaldas al público, ésto mientras Alex se revuelca por el suelo, se bañaba en botellas de agua y presentaba todos los temas como: "esta es una canción de amor, podéis bailar si queréis". Cosa que lleva siendo habitual en él desde hace años, pero sigue sin tener mucho sentido... Al menos cuando les vimos en otra ocasión si cayeron algunos de los temas más representativos de la genial banda de horror punk.
Las 11 canciones que compusieron la actuación obviamente supieron a poco, a pesar de que hubo momentos como en "Dreamingdeadgirls" donde casi hubo pogo; la brevedad del bolo (no llegó a la hora), el pobre set-list y la completa ausencia de clásicos hizo que la vuelta a casa fuese acompañada de un mal sabor de boca. Hubo cosas interesantes, si, pero insuficiente.
Entendemos que ciertos artistas no pueden permitirse tocar durante un largo periodo debido a la intensidad de su propuesta pero tampoco puedes reducirlo todo a un mínimo teniendo las canciones que tienes a tu espalda. Hace unas semanas Exciter dieron una lección de como encarar ésto, tocas 1 hora y poco, todo temazos que la gente está deseando escuchar, de principio a fin y todos nos vamos tan contentos, la música de Doyle es interesante y sus dos discos tienen temazos pero hay mucho relleno y resulta insuficiente para un buen concierto.
En éste caso nos quedamos con Lex Lüger y una propuesta que hay que seguir de cerca para ver hasta donde puede llegar compositivamente.
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