Meritorio concierto presentando su nuevo disco "Yo estoy vivo". Buena entrada para una noche de clásicos de ayer y de hoy.
Quijotesco José Carlos Molina de figura espigada y sonrisa en la cara hizo acto de presencia a las 21:30 la noche del viernes 19 de mayo ante un público, como de costumbre, entregado a su figura y a la de una banda, ya considerada de culto, presentando un nuevo trabajo sobresaliente, con entrada en el top 10 de la lista de los más vendidos y ganas de oír como suenan estas nuevas cántigas en directo.
Arrancando con "Cabalgando entre los muertos", una de las mejores del citado nuevo trabajo, mezclada con "La sirena del lago" para ir calentando a la basca con un buen sonido, que mejoraría con el avance de los primeros temas, a veces el violín se oía poco y se necesitó de algo de tiempo para que cuajase el sonido al volumen apropiado.
Siguiendo con las ya clásicas "No hay ningún loco" empalmada con "La granja del loco", dupla que viene siendo habitual en los últimos años, pero que no falla para encender al personal y arrancarse con los primeros cantos de la velada. Como bien nos comentó el propio José Carlos en la entrevista que le hicimos hace unas semanas el concierto iba a estar compuesto en su mayoría por clásicos de un repertorio imbatible que aguanta el paso del tiempo. Para "Manicomio" todo estaba en su sitio, excelente sonido, la guitarra de Víctor Manuel Arias siempre es una delicia aunque él piense que "todo es pose". Y que gran acierto el tener a los teclados a ese titan llamado Juan Miguel Rodríguez, llenando de sonido y arreglos canciones que lo agradecen y hasta mejoran con este conjunto. Atacando el álbum nuevo, era turno del tema que da título al disco "Yo estoy vivo". Muy bien Molina a la voz, cuidando el tono, para una canción con vocación de clásico que en directo cobró una nueva dimensión. Destacar la sensacional base rítmica que forman César Sánchez al bajo y Óscar Pérez a la batería, de pegada dura pero sin aspavientos.
La sensación de banda unida que marcha a la de una (es la misma formación que ha grabado el disco) se tornó realidad absoluta con la bellísima instrumental "Celebración" y es que estos cortes demuestran el buen hacer de una banda, que no un grupo de mercenarios que van en piloto automático, Sara Ember y su violín engrandecen el sonido en estas piezas donde no hacen falta palabras para dejarse llevar por las melodías del folclore propio del conjunto. Sobresaliente. Ahora el Molina sentado al piano introdujo con sobriedad "¿Dónde está el límite?" nueva pieza que añade esa variedad necesaria al set-list para salir de la monotonía y que no desencaja para nada el conjunto total, bravo por la incursión de estos temas por su calidad y la gente así bien lo recibió, nuevamente vivimos esa escena en la que el Molina pregunta a la peña si están aburridos por las canciones nuevas y la respuestas negativa al unísono seguida de un "están de puta madre" nos da la razón. Sin por ello desmerecer clásicos como "Ella" o "Tocaba correr" con un inicio a capella entrañable que demuestra la conexión que existe entre ÑU y SU público, fiel, agradecido y entregado.
"Plaza de Legazpi" es otro corte instrumental del nuevo trabajo realmente especial, muy cortito pero de gusto castizo y arabesco que supuso otro gran momento de musicalidad y afinidad entre músicos. Que delicia de oír en directo, muy bien situada junto a "La danza de las mil tierras", gran corte no tan habitual que se eleva con esos arreglos de violín y teclados. La primera hora del concierto fue sencillamente sensacional y se pasó volando, el buen ambiente creado donde la música fue la absoluta protagonista hizo presagiar una faena antológica. Desgraciadamente las prisas y la limitación horaria de este tipo de salas dio al traste con algunas canciones que tuvieron que ser omitidas del set-list, una verdadera pena puesto que había cortes del calibre como "Pícaro" que se quedaron en la estacada. Hubiera sido mejor empezar el concierto antes, ya que las puertas se abrieron a las 20:00 y el concierto no arrancó hasta pasada hora y media. Mejor quedarse con tiempo que falto de.
Así pues llegó "El calor nublado" nostálgico corte del segundo disco en solitario del Molina que de alguna manera tiene que ver con "Tocaba correr" pero desde el punto de vista de una persona adulta que ya ha vivido mucho, otra delicatessen que esperamos siga en el repertorio debido a la cantidad de sensaciones que despierta. "Luchar a tu lado" puso un gran broche respecto a las novedades, temazo con enjundia y sentimiento para poner en suerte al toro antes de la traca final de clásicos.
"El flautista" llegó por el horizonte y el teatro se vino abajo, clásico imperecedero donde los allí reunidos cantamos, bailamos y en ocasiones por encima de la voz cantante, pura magia seguida de "El Tren" para mantener la fiesta llevada por esa flauta que actúa de locomotora. Otro punto a favor es el hecho de que siempre que vas a ver a ÑU te encuentras con el factor de la improvisación y ciertos cambios, o arreglos que hacen a las canciones para darles una vuelta de tuerca y encontrarte con algo diferente.
Si bien las prisas nunca son buenas, la bluesy "Una copa para un viejo amigo" crea un ambiente de emoción, pero también de tristeza puesto que sabemos que esto se acaba, aun así nuevamente el canto al unísono enciende una canción que cobra nueva forma en directo, mucho mejor que la versión en disco.
Final y apresuradamente llegó el heavy de la mano de "Más duro que nunca" con ese riff inconfundible que explota y se desata la euforia, desgraciadamente daban las 23:00 y había que cerrar la función, lo que nos privó de "Una noche más" y de haber tenido un cierre más glorioso y emocionante.
Aplausos y vitoreo sin oreja debido al tiempo, si se hubiera medido mejor podríamos hablar de cátedra, aunque el Molina y sus secuaces están más vivos que nunca, demostrando que ésta música, vieja y pasada de moda, sigue siendo la más emocionante y maravillosa de todas. Por una noche más como ésta y muchas más para un músico que sigue estando en un estado de forma envidiable y no vive de la sombra de "lo que un día fue". Bravo.
Set-list:
Cabalgando entre los muertos - La sirena del lago
No hay ningún loco - La granja del loco
Manicomio
Yo estoy vivo
Celebración (instrumental)
¿Dónde está el límite?
Ella
Tocaba Correr
Plaza de Legazpi (instrumental)
La danza de las mil tierras
El calor nublado
Luchar a tu lado
El flautista
El tren
Una copa para un viejo amigo
Más duro que nunca
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